jueves, 15 de diciembre de 2011

Prueba Giant Trance X0: Su primer mes

Enlace a impresiones tras 2000 km


Hola a todos,

Hace unas semanas tocaba un post de despedida de mi fiel Giant Trance 2 2006. Así que hoy toca hacerlo sobre su heredera. Tanto me gustó la primera Giant Trance que tuve, que no he podido sino sustituirla por otra, eso si, totalmente renovada: Una Trance X0 de 2012

La historia ha sido un tanto larga: en principio iba a por una Trance X1 de 2011, con una muy buena oferta de las de otoño. El caso es que ya no había de mi talla, lo que tiene ser pequeñín y al final, tras dar bastante vueltas, me acabaron dejando esta a muy buen precio en mi tienda de siempre (Ciclos Delicias en Madrid) y finalmente fue la elegida.



Llevo con ella cerca de un mes y desde luego que se ha llevado una buena toma de contacto. Tras cerca de 600 km, rutas de todo tipo (pisteras, con trialeras, llanas, montañosas…) y unas cuantas horas sobre la bici, tengo ya una idea bastante amplia de lo que da de si la X0, que es mucho.

Presentando a la máquina

Las Giant Trance  de 2012 comparten cuadro con las versiones de 2011. El sistema de suspensión maestro sigue siendo el protagonista de estas bicicletas, en lo básico, sin cambios desde que salió en el año 2006: Sistema de punto de pivote virtual que ofrece una sensibilidad enorme frente a los baches pero sin afectar prácticamente nada al pedaleo. Y como ya sucedía en las bicis de 2006, sigue funcionando de maravilla.

La geometría por tanto se mantiene entre 2011-2012 y sigue siendo muy similar a las Trance X de la serie 2008 a 2010. Ángulo de dirección relajado pero sin pasarse (69,5º), tubo superior relativamente corto etc. También el recorrido trasero se mantiene, 5 pulgadas o lo que es lo mismo, 127mm. En la práctica la bici es generosa en este aspecto y acaban siendo algo más de 130mm por las mediciones que se pueden ver en diferentes revistas y páginas especializadas.


La única “novedad” a nivel de cuadro es la dirección Overdrive 2, algo común a todas las versiones “altas” tanto de carretera como de montaña Giant. Básicamente es una evolución de las direcciones cónicas de 1 1/2 y 1 1/8 en el tubo de la dirección, que pasa a ser 1 1/2 y 1/4. Como siempre, se busca más rigidez, mejor rendimiento, más ligereza etc…pero claro, al precio de cambiar estándares y son ya unos cuantos en muy poco tiempo. Quizás se conseguiría más poniendo rodamientos de aguja sellados, pero parece mejor simplemente cambiar estándares un año si otro también. Lo bueno: que la parte superior de la dirección se puede cambiar fácilmente por una Standard de 1 1/8. Lo malo, que hay que cambiar potencia y la horquilla original tiene poca salida para venderla de segunda mano.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Adios Giant Trance, Adios...


Hola a todos,

Ayer fue finalmente el día. Después de unas semanas de que si te compro, que si te vendo, que si tu que si yo, ayer sucedió.

Mi vieja Giant Trance ha ido a parar cerquita de casa. Por el camino iba pensando todas las aventuras y desventuras que hemos vivido juntos, alegrías y sufrimientos, todas esas cosas que la bici te da y que hacen que se acabe convirtiendo en una especie de droga que te engancha hasta el fondo de tus venas.

Se me hizo raro sacarla del coche y saber que probablemente nunca más la vería. Saqué su negro cuadro, monte sus ruedas y me dirigí a la casa de su nuevo dueño. La cosa fue rápida, explicar un poco algunas cosas de la bici y poco más. Ahora solo me quedan sus fotos y sobre todo, los recuerdos de esos 5 años que hemos pasado juntos por montañas, caminos, senderos, marchas…

Cuando la compré, era claramente mi bici “principal” así que la configuré como rodadora, le puse manillar plano, estrecho y una potencia larguita. Y con el tiempo, tras comprar mi rígida, vi que debería convertirse en algo más rutero, ponerle un manillar de doble altura más ancho, una potencia más corta, hacer las ruedas tubeless…todo el verano estuve pensando en que hacer, si reforma o cambio por bici nueva. Me costó decidirme y no fue hasta Septiembre cuando la balanza se inclinó definitivamente a la compra de una nueva.

 
Justo antes de venderla...
5 años dan para mucho. Desde el primer día, la bici me vino como un guante, ni periodo de adaptación ni nada por el estilo. Con ella he atravesado los Picos de Europa en la primera gran ruta de varios días de mi vida, subiendo por las imposibles pendientes de su vertiente Leonesa. Con ella descubrí rincones impresionantes de la sierra de Guadarrama, desde San Martín de Valdeiglesias hasta Somosierra. Con ella he escudriñado hasta el último rincón de la casa de campo de Madrid. Con ella me peleé en la sierra de Gredos contra el calor y las rampas que existen entre Toledo y Ávila. Con ella pude rodar como en un colchón en los pedregosos caminos de la serranía de Guadalajara. Con ella pude ofrecer una bicicleta “de cortesía” a un gran amigo gallego de visita por Madrid (pena que al final no te quedases con ella!!!) e inventarnos por los senderos de Cercedilla el término “territorio Trance”. Con ella he participado en algunas de las marchas clásicas de Madrid. Con ella descubrí que el infierno en realidad es frío y está en las cumbres de Somosierra en primavera. Con ella vi que puede nevar una barbaridad en pleno Mayo entre Madrid y Segovia. Con ella compartí magníficos momentos con unas garrapatas montañeras afincadas en Villalba y alrededores. Con ella estuve a punto de abrirme la crisma en el cordel de Valdeloshielos, de vuelta desde el puente de la marmota…con ella…tantas cosas que sería imposible ponerlas todas por aquí

Así que valga esta entrada de despedida, de una bici que me ha servido fielmente y sin ningún problema a lo largo de estos 5 años. Tanto, que incluso ayer, toda ella funcionaba a la perfección, sin hacer un solo ruido. Aquí dejo unas cuantas fotos, espero que os gusten

Leb wohl Giant Trance! Bye bye! ¡Que te vaya bonito!

En el rally de los Embalses 2008
Sufriendo en el Dual-Cross de San Martin de Valdeiglesias 2007
Carril bici en la primavera de 2010, tras mi operación de varices

Por las minas de plata de Hiendelaencina, Guadalajara

En el collado de los Pastores, la Pedriza, Madrid
Por una nevada casa de campo en 2009

Y un día cualquiera por la casa de campo

Conquistando los picos de Europa en Septiembre de 2009

En la Marathon Sierra Norte 2009

En el lago de Sanabria, verano de 2007

En la nevada Fuenfría

viernes, 21 de octubre de 2011

Cañada Real Galiana y la vuelta al pantano de Pálmaces

Hola de nuevo,

Tras un verano de grandes rutas por Madrid y por los Pirineos, toca ir relajando las piernas y suavizar un poco las salidas. Aunque el otoño está siendo rarito por sus altas temperaturas, en breve estas caerán y pasar un buen número de horas en la montaña dando pedales se hará un tanto incómodo.

Aprovechando estos últimos coletazos del otoño veraniego, rendí visita de nuevo a Pálmaces y me dispuse a hacer otra de las rutas clásicas de la zona, para complementar un poco la que tengo puesta con anterioridad en el Blog. Ahora como la tecnología ha llegado a mi vida ciclista puedo poner incluso el Track de la misma. En cierta manera, las dos rutas se complementan y tienen un buen número de kilómetros en común. Podrían ser una buena elección para pasar un fin de semana ciclista en la zona.

Por terreno y características, se parece mucho al camino a la Constante: pistas en diferente grado de conversación no excesivamente técnicas pero con las que hay que llevar cuidado, terreno de colinas sin grandes subidas, paisajes inhóspitos, soledad...a mí particularmente me encanta perderme por allí y pasarme horas pedaleando sin cruzarme absolutamente con nadie que no sea un pastor. Raro es el día en el que no te salta un corzo, un zorro, una jineta, en el que no ves a los buitres sobrevolando tu cabeza o ves a un lagarto paseando por el camino. Naturaleza en estado puro, solo interrumpida por el camino que seguimos.



El Track comienza justo a la salida del pueblo. Podemos dejar el coche en la plaza e ir hasta allí, es fácil. Los primeros kilómetros son iguales que los de la ruta de la constante, así que la explicación es la misma. Llegamos a la presa y giramos a la derecha. La atravesamos y tomamos en subida (hace unas zetas de derecha a izquierda) la pista del pinar de Pálmaces. Durante un buen número de kilómetros no nos desviaremos de este camino, una pista en diferentes grados de conservación, así que es muy fácil seguir la ruta.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Crónica Maratón Sierra Norte 2011

Es lunes por la mañana. Aún siento mis piernas pesadas y el cuerpo vacío de energía. La tos y los mocos me siguen acompañando al igual que durante las 5:30 que estuve ayer pedaleando por los alrededores de El Berrueco y La Cabrera en la XI Maratón sierra Norte, organizada por el Club Madroño y que desde luego, me va a dejar la cabeza llena de recuerdos, la mayoría buenos y otros no tanto durante los próximos días en los que iré escribiendo mi crónica.

Tras la suspensión de los 88 del  Mammoth, esta iba a ser la única marcha “sería” que iba a hacer en todo el año. Mi tercera Sierra Norte, este año repitiendo salida en El Berrueco y el recorrido de 2010, que a mí particularmente me encantó. Y la verdad es que desde final de 2009, era de los momentos que mejor me encontraba físicamente. Un buen número de rutas durillas durante el verano junto con la Pedales de Occitania habían hecho que recuperara algo de la forma que tenía hace un par de años. El ensayo general el domingo pasado en la Pedriza, con muy buenas sensaciones, así que parecía todo bien encaminado.

Foto del Club Madroño

Claro, que las cosas a veces se tuercen sin que te lo esperes. El martes de la semana pasada empiezo a notar mi garganta como un botillo. Al final, la cosa se convierte en un catarro griposo y a partir del viernes empiezo a tener una tos perruna preocupante aderezada por toneladas de mocos. Para continuar, me paso todo el viernes noche y el sábado por la mañana, además de convaleciente, moviendo muebles varios (no quedaba otro remedio) y llevándolos de ida y vuelta a mi pueblo, durmiendo como 5 horas en total. El sábado tarde literalmente estoy fundido, no hago más que dormir y prefiero ni mirar si tengo fiebre. Vamos, genial, tanta preparación, tantos kilómetros hechos para que la última semana se tuerza todo como por arte de magia.

Aún así, no iba a abandonar antes de pelear. Domingo, 6:15 de la mañana, de pie y tirando para El Berrueco. Menos mal que ahora que vivo en Sanse tardo bastante menos en llegar a la zona. Sobre las 7:30 recojo el dorsal y decido que definitivamente prefiero pasar calor que frío, dado mi estado físico. Así que toca chaqueta, que si al final hace calor me la abro y punto. Cuando recojo el dorsal intento hacer una visita al señor Roca, efecto del pedazo de cocido que me metí entre pecho y espalda el sábado (otro punto de mi “excelente” preparación). Pero uno es muy señorito y al señor Roca hay que visitarle con tranquilidad, no sentado de malas maneras en cuclillas. Así que me tengo que volver al coche sin descargar el lastre que llevo dentro provocado por mi sanísima comida tradicional madrileña rica en fibras.

Sobre las 8:15 me pongo a montar mi bici, descubriendo que mi rueda trasera ha perdido un montón de presión. El aire que conservan dentro las ruedas tubeless parece una ciencia oculta. Ayer las llene a 2,5 bar y hoy estaba como un moco sin haberla tocado…menos mal que el chico de al lado me deja una bomba (llevaba la mía prensada con cinta junto con la cámara y los desmontables en la tija del sillín). El chico es nuevo en estos saraos y le comento un poco como es la marcha y le digo que guarde fuerzas para el final, que aunque parezca de bajada, los senderos encadenados que hay duelen mucho. Que pena no saber como habrá terminado.

martes, 27 de septiembre de 2011

Las zetas de la Pedriza: versión extendida

Hoy debería estar escribiendo algo sobre los 88, una ruta de las duras de verdad, organizado por el club Mammoth y que se hace en parejas, y que es una marcha clásica de las que se organizan en Madrid. Sin embargo por una incomprensible decisión de la Comunidad de Madrid, fue suspendida 2 días antes de su celebración debido al riesgo de incendios. Ya he escrito al respecto por otros sitios, en cualquier caso para el que quiera puede mirar por estos links para informarse del tema y lo que piensan los bikers de Madrid.

Total, tras el cabreo inicial que me generó la situación me busqué una alternativa y decidí que pasaría la tarde del domingo por la Pedriza, haciendo la mítica ruta de las zetas. Además, sería una buena ocasión para presentarla por el blog, poner el track y mostrar unas cuantas fotos de la zona, que ofrece un paisaje muy singular dentro de lo que es la sierra.

Las zetas de la Pedriza, en todas sus variantes, es una de las rutas que más me gustan y que más veces he hecho por la sierra de Madrid. Técnicamente no tienen mucho, sin embargo, el tenerla literalmente a la vuelta de la esquina, los paisajes que ofrece y las subidas largas y mantenidas que hay que superar, hacen que sea un lugar de entrenamiento ideal. Además, como es una zona con bastante gente, no me preocupa ir solo, ya que es fácil que si te pasa algo, puedas encontrar ayuda.

El característico paisaje de la Pedriza

Todos los meses suelo rutear por la zona, normalmente la ascensión a la Nava me la ahorro. Pero de lo que si disfruto siempre es de los magníficos paisajes de la Pedriza, de unas subidas que a ratos se hacen interminables y de un olor a jaras que cada vez que voy allí no deja de llamarme la atención.

Esta versión es un poco más fuerte que las habituales. Se empieza desde el parking exterior y para llegar a la pista de subida, subimos un carril, que sale de la izquierda del parking y que después de un kilómetro, hay que coger una puerta a la derecha que es la que nos lleva a otro carril hasta la pista principal de subida.

La siguiente variación es en el final de la ruta. Tras subir al Collado de los Pastores y a la Nava y bajar hasta Cantocochino, aquí cojo una pista a la derecha que me llevará tras 2,5 km de dura ascensión a la pista de subida inicial, que luego cogeré hacia la izquierda y por la que bajaremos hasta la entrada al parque. De esta manera salen unos 56km y 1.500 metros de desnivel, con pocas dificultades técnicas pero con una enorme cantidad de metros de desnivel positivo a superar.


jueves, 22 de septiembre de 2011

Pedals de Occitania: Etapa final y recapitulaciones

5ª Etapa: vuelta a Vielha

Todo tiene su fin, que decía la canción. Y en este caso, le llega a estos 5 días de aventura por los pirineos y la histórica Occitania, para volver al bullicio de la gran ciudad. Decidimos despertarnos pronto, porque hay que volver a Madrid y trabajar al día siguiente, desayunar ya vestidos de romanos y tras esto, directamente hacer los 22km que nos separan de Vielha. Un poco etapa de trámite, pero es que sino, haciendo la opción de 4 días, hubiéramos llegado demasiado tarde como para plantearnos el camino de vuelta a Madrid.

El desayuno bueno aunque bastante ligero, pero como hoy no vamos a hacer muchos kilómetros tampoco nos importa y no pedimos más a la gente del hotel. Así que nos ponemos en marcha sobre las 9 de la mañana, con fresquito, se nota que en el Valle de Arán el sol tarda en subir y que estamos pasando por un lugar bastante escarpado.

Hoy si que noto las piernas un tanto maderosas, el cansancio acumulado hace mella y además, la herida del día anterior me deja entumecida toda la espinilla. Si bien esto no me afecta para pedalear, las vibraciones de los baches molestan bastante. Aún así, estoy muy contento porque no tengo ni dolor de espalda, ni de rodilla, ni de culo (más allá de lo normal) ni de nada que no se pudiera esperar. Así que puedo rodar en esta etapa y “celebrar” mi cumpleaños de forma bastante relajada


La verdad es que la etapa tiene poca historia. Vamos siguiendo el GR 211, que a ratos se mete por la carretera, a veces por la margen izquierda del Garona y a veces a la derecha. En algunos momentos vamos en la carretera, aunque son tramos cortos, para unir tramos del camino / GR. En general llevamos una muy ligera pendiente ascendente, con poco porcentaje y que permite llevar un ritmo animadillo.

El camino es bueno, pistas en buen estado, caminos vecinales y tramos con asfalto viejo. Unos pocos puntos con algunas piedras y poco más. La verdad es que el final es bastante Light en comparación con las etapas que nos habíamos metido los días anteriores. Así que mantenemos una buena marcha, teniendo en cuenta el desgaste que llevamos, no paramos en ningún momento de la ruta y avanzamos con mucha velocidad, la verdad es que sorprende lo rápido que pasan los kilómetros.

martes, 20 de septiembre de 2011

Pedals de Occitania: 4 ª Etapa. El último escollo

7:45. Como cada mañana el despertador vuelve a sonar y con su pitido, esa sensación de no querer levantarte de la cama. Por suerte es una sensación pasajera y solo es necesario salir de la cama para que se olvide. Nos dirigimos a la zona de desayuno de Le Bois Perche donde vemos como nuestros colegas catalanes están ya a punto de partir, así que aprovechamos para despedirnos otra vez.

El desayuno la verdad que genial, hay de todo un poco e incluso la mujer que andaba por allí dice que si queremos Jamón, algo que como indica al resto de público es solo para los ciclistas. El tema tiene su gracia, porque por allí anda “concentrado” un equipo de rugby y no tengo claro que al media mele de unos 100 kilos que anda en ese momento en el salón le haga mucha gracia el tema…vamos, que nos han tratado muy bien tanto en la comida como en la cena.

Ultima gran subida de la Pedals de Occitania con sorpresa a su inicio

La etapa que tocaba era la última “dura”. De corte similar a la 2º, te metes prácticamente todo el desnivel en una sola ascensión, con alguna bajadilla entre medias. Total, unos 1.400 de desnivel en 48km. Además, iba advertido por un colega de un foro de fotografía de que la subida hasta el col de Menté era bastante dura. Bueno, con paciencia y plato pequeño se llega a cualquier sitio así que nada. Además, parecía que Mapa y Roadbook coincidían totalmente, lo cual era tranquilizador después de lo pasado en la 3ª etapa.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Pedals de Occitania: Etapas 2 y 3. Empieza lo bueno

De Luchon a Saint Bertrand de Comminges: la etapa reina

En el mundo de las encuestas, tenemos una frase que dice: las medias no representan nada. Las utilizamos constantemente, pero en según que casos no acaban de mostrarte la realidad. De que te vale saber que la media de salario en España es 3000 euros / mes (por ejemplo) cuando la gran mayoría de los asalariados lo que cobra esta entre 600 y 1.500…pues esto, aplicado a la bicicleta y a los desniveles medios de los puertos lo vivimos en esta segunda etapa de la Pedals de Occitania de forma muy didáctica.

El 2º día tocaba la etapa “reina”: más de 1.800 metros de desnivel en poco más de 60 km, la gran mayoría de ellos acumulados en una interminable subida de 25 km hasta el Lago de las Paloumeres a unos 1.800 metros de altura real. Sin embargo, aunque larga, sobre el papel no parecía una subida especialmente complicada, más bien tendida y excepto en sus últimos kilómetros, ya por pista, no especialmente empinada. Veríamos como al final complicaciones había unas cuantas. Iba un poco sobre aviso, ya que un compañero de un foro de fotografía (gracias grotescos!) que había realizado la ruta en Agosto, me comentó que los primeros kilómetros de este día se hacían interminables.


Tras despertarnos a las 7:45 y remolonear un poco, desayunamos a la francesa, es decir, nos ponemos de croissants hasta arriba. Bueno, de croissants, baguettes con mermelada y miel, yogures etc. Vamos, que desayunamos con ganas. Ordenamos nuestros equipajes preparamos las bicis y nos ponemos en marcha sin mayor novedad. Los primeros 2 km se recorren por Luchon, hasta que nada más salir del pueblo, tomamos ya un camino a la izquierda.

Y al poco después, entramos en lo que será la tónica de todos estos primeros kilómetros hasta Saint Aventin: Un constante sube y baja por un sendero estrecho, técnico, con un magnífico cortado a su derecha, raíces, piedras y hasta una escalera artificial rural. Vamos que avanzamos como caracoles, porque aunque el perfil y el porcentaje medio no es que sea elevado, es que estas todo el rato subiendo y bajando miniparedes. Claro, que esto tampoco se ve en el mapa, porque como no llegan a atravesar curvas de nivel, parece que vas poco más que llaneando…vamos, ni de casualidad.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Pedals de Occitania: Introducción y primera etapa


Hola otra vez,

Hace ya unas horas que he vuelto a Madrid tras la pedales de Occitania. Hace tiempo de esto, pero sigo con mi cabeza llena de las preciosas imágenes y los maravillosos momentos ciclistas que he pasado en el Pirineo durante los últimos 5 días. Así que es el momento de intentar plasmarlo en una crónica, que tendré que dividir en 3 capítulos para no hacerla demasiado pesada.

La historia de hacer la Pedales de Occitania realmente nace el año pasado por estas fechas, al acabar la Pedales de León. Tanto nos gustó, que ya pensamos en hacer otra más de las rutas de Pedales del Mundo y por consejo de Eduardo, alma y organizador de la prueba en Picos de Europa, nos decidimos por está, ya que nos comenta que es muy Mountain Bike, con mucho sendero y zonas preciosas que recorrer.

Estampa de la Pedals de Occitania


Pedales de Occitania, para que no lo conozca, es un poco la prueba hermana de Pedals de Foc. También sale de Vielha, pero en este caso tira al norte, dirección Francia y dar una vuelta completa por la vieja Occitania, para volver de nuevo al sur y recorriendo el valle de Aran, retornar a Vielha. Por lo visto y leído, es una ruta plagada de senderos y paisajes preciosos, razones más que suficientes para que nos decidamos por ella.

La idea toma forma en Mayo, momento en el que formalizamos la reserva. Al final quedamos como en 2010 solo mi hermano y yo, que cuadramos fechas para hacerla la segunda semana de Septiembre. Como en otras pruebas de Pedales del mundo, es semiorganizada: alojamientos a media pensión cerrados, transporte de equipajes contratado, roadbook y mapas para guiarnos por el terreno. Nosotros, como somos unos puristas, decidimos hacer la ruta completa sin track en el GPS (además, no tengo mapas de la zona francesa). En el fondo la cosa tiene así más gracia y más sensación de viaje – aventura, como pudimos comprobar en parte la ruta.

A diferencia del año pasado, llegué bastante más rodado. En 2010 estaba todavía saliendo de mi operación de varices y simplemente plantearse 5 días de viaje en bici era todo un reto. Este año, aunque he tenido una primavera un tanto vaga, he sido más aplicado durante el verano, incluyendo algunas rutas de esas 5 estrellas por la sierra de Madrid. Además, parecía que las subidas a las que nos íbamos a enfrentar eran algo más llevaderas que en León, sobre todo por los porcentajes a superar. Esto no quiere decir que fuera fácil, pero por lo menos, sobre el papel, los puertos parecían más tendidos.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Cercedilla Fuenfría Cotos: el clásico renovado

Buenas a todos,

De nuevo paso a poner aquí otra rutilla, una de las clásicas de la sierra de Guadarrama, en este caso con algunas novedades para hacerla más interesante si cabe. Como en este caso va unida a una quedada con gente de Bikezona y otros sitios, tendrá un poco formato de crónica de las 6 horas que pasamos este domingo por la zona.

Normalmente, cuando he hecho esta ruta, solía hacer el primer tramo de subida a la Fuenfría por el “nacimiento” de la carretera de la república hasta las inmediaciones del hospital, lo que dejaba un par de kilómetros por asfalto, que después de un cambio en la dirección de los parkings de la zona, ahora resulta que te viene de cara. Luego en la Fuenfría, desde hace tiempo, cuando se baja hacia Segovia, siempre es por el Gallo. El punto clave siempre ha sido en Navacerrada. El Wishler a mi se me pasa un poco de castaño oscuro y no me acaba de convencer. El calvario, la típica pista ancha pedregosa y rápida en la que se sortea una leche y llevas todas las papeletas. Una opción por la cuerda de las cabrillas y el sendero de la tubería, tampoco acaba de convencer, porque ese camino le tengo un poco atragantado. Total, que viendo la “mejora” realizada en el camino Schmidt, sería una opción volver por allí a la Fuenfría y desde allí, bajar de nuevo a Cercedilla por alguna de las veredas.
La cima de cotos, una meta de la ruta

Puse la ruta por Bikezona, a ver que parecía esta opción. Lógicamente, los garrapateros de Villalba, a los que les pones unas cuantas piedras y senderos y se ponen a dar saltos, quedaron encantados. Lo mismo Edumozon, activista en pro de la segovianidad de la cara Norte de la sierra del Guadarrama, que le dices carril del gallo y ya se está poniendo el casco para bajar por allí. Y luego como siempre, alguno más que se presentase.

Punto de encuentro: la estación de Cercedilla, 8:30 de la mañana. Allí nos encontramos 4 garrapateros (Chango, Jimmy, Carrascosa y yo, aunque el que aquí escribe, más que garrapata es un pulgón venido a menos) y también se acercan Edu y un colega de cuyo nombre no puedo acordarme, pese ha haber hecho un par de rutas con él. También viene una chica que se enteró de la quedada en la tienda habitual de Edu, Isabel y con ella “hombre” (como nadie recordaba su nombre, quedo para siempre con este apodo)

jueves, 1 de septiembre de 2011

Visita al puente de la Marmota


El domingo pasado me puse a hacer una de las rutas “clásicas” de la zona San Sebastian de los Reyes / Tres Cantos / Colmenar: El puente de la Marmota. En mi caso, iba a hacer la versión larga ya que salía desde Sanse, siguiendo en parte un track bajado de Internet aunque con algunas modificaciones. Resumiendo el recorrido era el siguiente:

Sanse  a Tres Cantos bordeando el Soto de Viñuelas, luego bajada hasta el puente de la Marmota, de allí hasta el puente Medieval a la orilla de la M-607, Colmenar, Tres Cantos por el arroyo de la Tejada y vuelta a Sanse, ya vería como, si de nuevo bordeando el Soto de Viñuelas o por el carril bici.

La ruta la tuve que hacer por la tarde, ya que eran fiestas en Sanse y aunque no trasnoché mucho, no me apetecía madrugar. Así que me puse en marcha sobre las 16:30 de la tarde, con la fresca. Tampoco quería empezar mucho más tarde ya que le calculaba unas 4 horas de ciclado a la ruta y quería tener luz suficiente en caso de percances.
 El puente de la Marmota, protagonista de la ruta

Como siempre, salí desde tempranales en Sanse y para llegar a la dehesa, lo hago atravesando un nuevo parque de la zona, que te hace subir ascender la dehesa por un caminito en zetas, sobre grava que resbala que da gusto y que te lleva a una especie de mirador.

viernes, 26 de agosto de 2011

¡Objetivos por fin!

Hola de nuevo,

Bueno, parece que me voy relanzando con esto de alimentar el blog. La verdad es que el veranito, con sus tardes libres, me incita a esto de hacer deporte y tener cosillas que contar por aquí, sobre todo una vez que ya hemos terminado con mudanzas y líos varios.

Este verano, después de mucho, mucho tiempo, por fin tengo unos objetivos concretos y creedme, la verdad que ayuda un montón a montarse encima de la bici y ponerse a dar pedales. En los próximos dos meses me espera lo siguiente:
Senderos de gloria me esperan

1. Hacer la pedales de Occitania. Versión 5 etapas en plan relajado, junto con mi hermano, viaje cicloturista montainbikero, como el que hice el año pasado con la pedales de León. Un viaje un tanto aburguesado para algunos, ya que te transportan el equipaje y te alojas en casas / hoteles rurales bastante cómodos. Aún así, supone unos 210 km y 6000 metros de desnivel, que no está mal y que implica tener un estado de forma adecuado para superarla. Esto esta previsto para la segunda semana de Septiembre.

2. Los 88 de Mammoth, versión San Martín de Valdeiglesias. Si, parece que vuelve una prueba clásica en el calendario de marchas de Madrid. Para la última semana de Septiembre, en parejas, espero que de nuevo con mi hermano como hace dos años y por territorio nuevo. Como su nombre indica, 88 km de puro MTB por las sierras del suroeste de Madrid

3. La Sierra Norte que organiza el club Madroño. Otra clásica del otoño madrileño, probablemente por recorrido, mi marcha preferida en la comunidad de Madrid. Ya sería mi tercer año en la misma y de nuevo otros 80 km de puro MTB en este caso por los alrededores de la Cabrera, para meterse entre pecho y espalda.
Toca esforzárse en los próximos meses


Desde luego no busco ni rendimientos extraordinarios, ni conseguir puestos ni nada similar. Mi objetivo es sencillo: hacer las 3 y acabarlas entero, así que ha tocado ponerse en forma durante el verano.

Lo bueno es que la pedales de Occitania me servirá para ponerme a tono, con una semana y media de descanso antes de los 88. Recuperar piernas y para San Martín. Y a la semana siguiente, la sierra norte, lo justo para recuperar.

De las rutas más suaves de la primavera, he pasado a ir metiéndome más kilómetros y desnivel según pasaban las semanas. Julio, pese al paréntesis vacional, ha estado ya plagado de algunas rutas sencillas por la sierra y para agosto he subido otro puntito más. Al menos una vez a la semana, me meto una buena panzada de kilómetros (por encima de 70) o sino, una ruta serrana con desnivel por encima de los 1000-1200.

No he hecho un entrenamiento específico ni he intentado mejorar mi rendimiento, como decía, mi objetivo es acabar entero, por lo que el tema ha ido a hacer fondo, fondo y más fondo, a reacostumbrar a mi cuerpo a subidas de muchos kilómetros y a pasar un buen número de horas sobre la bicicleta. La chispa, ese elemento que nunca es que haya sido demasiado característico de mi persona dando pedales, es en la actualidad inexistente, pero tampoco me preocupa. Busco ser un diesel, un diesel que sea capaz de ir a cualquier sitio, independientemente de las horas que requiera.

A la espera de hacer kilómetros y kilómetros

Después de dos años, en los que entre lesiones extrañas, operaciones y falta de motivación general, mi nivel ciclista había bajado considerablemente (aunque también quedan buenos recuerdos como la pedales de León del verano pasado), este verano parece que la tendencia se ha invertido y en parte es por eso, por tener objetivos que alcanzar, sencillos para muchos, pero objetivos al fin y al cabo y lo suficientemente motivantes como para que vuelva a coger la bici con regularidad.

Quien sabe, quizás a final de año, si todo acaba bien, sea hora de buscar un objetivo un poco más grande, uno que hace ya unos años me ronda la cabeza pero por unas cosas u otras nunca he llegado a concretar: hacer los 10.000 del Soplao. ¿Será la guinda del pastel para 2012?

miércoles, 17 de agosto de 2011

Marzocchi Marathon SL 2004: La vieja guardia

Hola a todos,

Hace mucho tiempo que no ponía alguna entrada en el blog. Falta de cosas interesantes que contar y sobre todo, falta de tiempo, que ha habido mucho movimiento, sobre todo habitacional últimamente.

A nivel deportivo, de momento esta siendo un año tranquilo. No he participado en ninguna marcha (excepto en una no competitiva en Villaviciosa de Odón) y tampoco he realizado grandes rutas dignas de mención. Lo bueno viene a partir de Septiembre, con la pedales de Occitania, la Sierra Norte y si sale alguna cosilla más, como parece una nueva edición de los 88 de Mammoth.

Total, que para no seguir sin contar nada que no sea mi infructuosa lucha con los kilos de más y la falta de fuerza galopante en mis piernas, que me regalan sensación maderosa horrible cada vez que afronto un puerto de entidad, quería hacer una entrada referente a material, eso si un tanto viejuno.

Como es tradición, después de un año de uso (unos 4.500 km) los retenes de mi Fox F100 han vuelto a morir. Son ya los segundos. Como ya no tiene garantía, he decidido ponerle unos Enduro Seals a ver si aguantan un poco más. El caso es que según desmontaba la pinza del freno me encuentro con una sorpresa: horror, se me ha pasado la rosca de uno de los tornillos que enganchan botella y pinza. Lo más curioso es que no es nuevo, ya me pasó algo similar hace un año justo con el otro tornillo de esa misma horquilla, por lo que sospecho que habrán tenido algún problema de alineación ambos dos (tan inútil no soy como para pasar dos tornillos y no me ha pasado nada similar nunca). Total, que toca roscar el agujero y meterle un helicoil, como un casquillo roscado, otra vez.

Como la operación tiene su complicación y más en agosto, tengo que desempolvar a una vieja conocida, a la protagonista de este post: Mi vieja y venerable Marzocchi Marathon SL 2004.

Muchas veces los ciclistas crean un vínculo especial con las máquinas que les acompañan kilómetros y kilómetros, horas y horas, sufrimiento tras sufrimiento…pues en mi caso, este vínculo lo tengo con esta horquilla, que lo único que me ha dado son alegrías a lo largo de todos sus años de servicio, que ya son unos cuantos…y los que le quedan.

domingo, 27 de febrero de 2011

Probando Spontex Frotaspon

Hola a tod@s!!

Ya estamos por aquí de nuevo.

Hoy queríamos hablaros de una nueva campaña de Treemkt donde nos han invitado a probar un nuevo producto llamado: Spontex Frotaspon.



¿En qué consiste Spontex Frotaspon?

Frotaspon es un estropajo con esponja con un sistema "
Stop grasa" que tiene una perfecta combinación entre eficacia y absorción.
Su fibra hace que repela la grasa, por lo tanto dura más tiempo limpio y además su poder desincrustante dura más.
Su esponja al estar compuesta por celulosa aporta una mayor absorción, además de una mayor suavidad y manejabilidad.
Por último comentaros que su forma ergonómica permite un mejor agarre.




lunes, 10 de enero de 2011

San Silvestre Vallecana 2010: Vivan los vallecanos!

Hola a todos,

Después de unas navidades y un principio de año movidito, por fin puedo estrenar las entradas del año. En este caso os voy a contar como me ha ido en la San Silvestre Vallecana. Es ya casi una tradición para mi y con esta van cuatro ediciones en las que he participado (2 sin dorsal y las 2 últimas con dorsal). La carrera ha cambiado mucho en los últimos años y ciertamente, ahora es un macro-acontecimiento con 35.000 corredores por las calles del centro de Madrid, que desde luego, es toda una experiencia.

Continuando con la tendencia de esta temporada, la preparación que he llevado ha sido un poco irregular. Normalmente, cuando acabo la temporada de marchas con la MTB (sobre mitad de octubre) me pongo a correr con más frecuencia. Hay que decir que soy más lento que el caballo del malo y que bajar de 5 minutos el mil de manera prolongada continúa siendo una barrera inalcanzable para mí. Pero bueno, correr me permite mantener la forma en invierno, ya que apetece poco coger la bicicleta. Además, viene bien para cambiar un poco el ejercicio que hace el cuerpo.

Así que llegué a la San Silvestre sin objetivo fijo. Bueno si, estar por debajo de 1 hora e intentar bajar de los 57:20 que hice el año pasado (salí muy atrás y al perdí mucho tiempo). Los entrenamientos de antes, un poco desastrosos, además de arrastrar una extraña lesión en la planta del pie izquierdo que me impedía correr con la frecuencia que me gustaría.

A esta prueba nos presentamos los 3 hermanos. Uno salía en el grupo de <40, otro en el de <50 y finalmente yo, el que menos corre, en el de <60 por mi tiempo del año pasado. Así que por primera vez iba a correr sin compañía.

El paquete de bienvenida, pues la verdad que sencillito, algo de información sobre la carrera, algo de propaganda, la camiseta Nike con el dorsal, el chip y un calientamanos.

En la zona de meta, entro sin problemas en mi cajón, con mucho tiempo. Y la verdad que me doy cuenta que por fin este año iba a correr mucho más a gusto sin los apelotonamientos de la masa que salía en las 3ª oleada y posteriores. Como estaba solo, aprovecho para ir calentando, estirar un poco y observar todo el ambiente que hay en la zona.

A las 17:30 salen los primeros corredores, hasta el de <50. A nosotros nos toca 15 minutos más tarde y salimos puntuales a las 17:45. Al principio, vamos subiendo por Concha Espina antes de girar a la derecha e ir a la calle Serrano. Y en este caso, desde el principio puedo correr a mi ritmo. Mi pulsómetro me abandona en estos primeros momentos (creo que toca cambiar la cinta, que poco aguantan las malditas cintas sintéticas confortables tan de moda ahora…) y voy realmente a tope. Veo mi velocidad y estoy trotando a 4:50 por la calle Serrano, aprovechando la leve bajada que tiene esta calle. Tengo a mi vista el globo que marca el ritmo en 55 minutos (y así sería más o menos en toda la prueba) que en realidad en mi caso deberían ser un par de minutos menos ya que salía en la parte de atrás de la segunda oleada.

Ciertamente voy dándolo todo, como me muestra mi pulsómetro cuando recupera la vida tras unos 5 minutos. El pulso a 175, el 95% de mi capacidad, continúo rodando sobre 4:50 en medio de una marabunta de corredores que invaden la calle Serrano. Pronto llegamos a la Puerta de Alcalá y aquí me empiezo a dar cuenta que debería empezar a bajar un poco el ritmo, ya que estaba forzando mucho y a ese paso iba a reventar antes de incluso de llegar a la avenida de la Albufera y su subida rompedora.

Aprovecho para reducir algo el ritmo en la zona de Cibeles gracias a una ligera bajada, pero aún así me sigo sintiendo un poco cansado, tanto en mi respiración como en mis piernas. Corriendo por el Paseo del Prado, pronto llegamos al punto kilométrico 5, donde veo mi tiempo y me marca 26:35. Bueno, está bien, aunque el problema que tengo es que me sigo bastante cansado y no parece que la cosa mejore demasiado.

Desde este punto, en nada se llega a Atocha, donde comienza a haber mucho más público y enfilamos hacia la avenida ciudad de Barcelona. Aquí el terreno deja de ser tan favorable y visto que no había forma de relajar algo mi pulso (se mantenía sobre esas 170-175 pulsaciones) decido bajar radicalmente de ritmo y me pongo a trotar sobre 5:45. La verdad es que esta parte del recorrido se me hizo muy dura y me encontraba bastante tocado. Mi preocupación era buscar un ritmo más suave que me permitiera llegar a la subida de la Albufera algo más fresco. Y a base de trotar despacio lo voy consiguiendo. El pulso se estabiliza en torno a las 165-168 pulsaciones, aunque mi ritmo había caído una barbaridad.

Así que en ese momento llegaba el tema complicado, la subida de la avenida de la albufera. En realidad poco más de un kilómetro y tampoco con demasiado desnivel, pero que se engancha todo lo que quiere. Como había descansado algo en el kilómetro anterior, empiezo a subir a buen ritmo, noto la pendiente pero llevo buena cadencia, la respiración bien…claro, que esto es al principio de la subida, porque al poco rato veo como voy cada vez más despacio y cada vez más acelerado de pulso…-Joer, ¿cuando se acaba la cuesta?, no veía el sitio en que se giraba a la derecha para enfilar el último kilómetro de la San Silvestre. Con mi mirada, busco el globo de los 55 minutos, al que localizo ya a bastante distancia y que seguía subiendo…

-¿No debería haber girado ya a la derecha? ¡Por Dios lo que me queda! En ese preciso instante me encuentro totalmente clavado. Sin embargo, no queda otra que apretar los dientes y seguir subiendo, aunque sea arrastrándome.

Y entonces es cuando aparece lo que hace a la San Silvestre tan especial, la razón para que por lo menos en mi caso, me anime a correr un año tras otro pese a mi pésima capacidad trotadora: el público de Vallecas, que anima y de que forma. Y que da igual que seas el primero, el 500 o el 24.345. Vamos, que te sientes en esa parte del recorrido como un ciclista subiendo el tourmalet o como cualquier deportista de élite que se este jugando cualquier campeonato, te crees un ídolo por un rato.

Es con esas voces y con esos ánimos donde logro olvidar un poco mi dolor, sacar fuerzas de donde no las hay y llegar por fin a ese giro a la derecha que tanto necesitaba. Al girar hay algo de embotellamiento y tengo que andar un poco, cosa que casi agradezco. Ya ha pasado lo peor, ahora queda el último kilómetro.

Al principio intento recuperar fuerzas, bajar mi pulso y relajar mi respiración. Al rato, aunque me pareciese increíble, soy capaz de volver a rodar algo más rápido y acabar finalmente con cierta fuerza. 56:48, justo por debajo de los 57...Los organizadores me mandan un mensaje después de un par de horas y me dan mis datos oficiales: 56:53 y el puesto 13.295. Bueno, la próxima vez saldré otra vez con los de menos de una hora!

Así que nada, otro año más que despido el año corriendo por las calles de Madrid. Ciertamente, se le critica a la San Silvestre Vallecana por lo masificada que está y porque desde hace unos años se ha convertido más en un negocio que en otra cosa. Siendo esto cierto, la verdad que a mi me da igual. El poder tener la ciudad para ti por una hora, pasar por alguna de sus calles más emblemáticas y sobre todo, ese público de Vallecas, merecen que un año tras otro me anime a participar. ¡Hasta el año que viene Vallecas!