miércoles, 14 de septiembre de 2011

Pedals de Occitania: Introducción y primera etapa


Hola otra vez,

Hace ya unas horas que he vuelto a Madrid tras la pedales de Occitania. Hace tiempo de esto, pero sigo con mi cabeza llena de las preciosas imágenes y los maravillosos momentos ciclistas que he pasado en el Pirineo durante los últimos 5 días. Así que es el momento de intentar plasmarlo en una crónica, que tendré que dividir en 3 capítulos para no hacerla demasiado pesada.

La historia de hacer la Pedales de Occitania realmente nace el año pasado por estas fechas, al acabar la Pedales de León. Tanto nos gustó, que ya pensamos en hacer otra más de las rutas de Pedales del Mundo y por consejo de Eduardo, alma y organizador de la prueba en Picos de Europa, nos decidimos por está, ya que nos comenta que es muy Mountain Bike, con mucho sendero y zonas preciosas que recorrer.

Estampa de la Pedals de Occitania


Pedales de Occitania, para que no lo conozca, es un poco la prueba hermana de Pedals de Foc. También sale de Vielha, pero en este caso tira al norte, dirección Francia y dar una vuelta completa por la vieja Occitania, para volver de nuevo al sur y recorriendo el valle de Aran, retornar a Vielha. Por lo visto y leído, es una ruta plagada de senderos y paisajes preciosos, razones más que suficientes para que nos decidamos por ella.

La idea toma forma en Mayo, momento en el que formalizamos la reserva. Al final quedamos como en 2010 solo mi hermano y yo, que cuadramos fechas para hacerla la segunda semana de Septiembre. Como en otras pruebas de Pedales del mundo, es semiorganizada: alojamientos a media pensión cerrados, transporte de equipajes contratado, roadbook y mapas para guiarnos por el terreno. Nosotros, como somos unos puristas, decidimos hacer la ruta completa sin track en el GPS (además, no tengo mapas de la zona francesa). En el fondo la cosa tiene así más gracia y más sensación de viaje – aventura, como pudimos comprobar en parte la ruta.

A diferencia del año pasado, llegué bastante más rodado. En 2010 estaba todavía saliendo de mi operación de varices y simplemente plantearse 5 días de viaje en bici era todo un reto. Este año, aunque he tenido una primavera un tanto vaga, he sido más aplicado durante el verano, incluyendo algunas rutas de esas 5 estrellas por la sierra de Madrid. Además, parecía que las subidas a las que nos íbamos a enfrentar eran algo más llevaderas que en León, sobre todo por los porcentajes a superar. Esto no quiere decir que fuera fácil, pero por lo menos, sobre el papel, los puertos parecían más tendidos.

Salimos de Madrid el miércoles 8 sobre las 4 PM. El viaje es largo, cerca de 7 horas de coche que se hacen un poco pesadas. Llegamos sobre las 11 a Vielha y tras buscar el hotel Ribaeta, decidimos con el encargado que cambiamos la cena por un bocadillo con que amenizar nuestro viaje de vuelta a Madrid, ya que la cocina había cerrado. En la habitación el pack típico de las pedales del mundo: Roadbook, mapa, soporte, algunos regalitos, todo tal y como lo hablamos por teléfono con la organización. Finalmente cenamos en un local / cadena de Vielha: el Mandronius.

El día siguiente nos ponemos de pie pronto. Toca una etapa durilla, con unos 50km de recorrido, 2 buenos puertos (subida a Villamos-Arres de Sus y el Portillón) y 1.300 metros de desnivel. En principio las subidas, aunque duras, sobre el papel se deben hacer en asfalto / pista en buen estado, luego se pueden hacer llevaderos.

Perdiendo mi costumbre, no estudio mucho el mapa, ya que no tuve tiempo por la noche, así que me dejo sorprender. Si tenía claro el perfil, un principio suave hasta comenzar la ascensión a Villamos-Arres por la carretera que lleva a Sauth deth Shivau (nombre que parece sacado de un libro de Tolkien)

Tras un desayuno regularcillo en el hotel, donde vemos a unos cuantos grupos de ciclistas (no sabemos si hacían Occitania o Foc, ya que parten del mismo sitio), preparamos nuestras bicis y nos ponemos en marcha. Nada más salir, nos ponemos a subir por una pista de asfalto empinada. Vamos, genial para que te coja en frío. No tengo en la cabeza el perfil, pero me sorprende, ya que me esperaba unos primeros kilómetros favorables

 Tras subir por esta estrecha pista unos 200 de desnivel, empezamos a bajar buscando algunos senderos que marca el roadbook. Encontramos el caminillo, estrecho divertido que acaba de nuevo en la carretera. En uno de esos momentos, vemos a un grupo numeroso de ciclistas, que bajan por una pista de asfalto transversal. Intentamos avisarles pero ya es tarde, parece que han tenido algún problema de orientación. Nosotros seguimos atravesando y cogemos un nuevo descenso de bajada, que curiosamente está preparado para el lado oscuro: Pasarelas, saltos brutales etc. Bueno nosotros particularmente lo cogemos con relajación y vamos por el camino de los gallinas (traducción casi literal de Chicken Ways que viene al pelo). Y es muy divertido. Vaya, parece que efectivamente, la pedals de Occitania si que tiene senderos interesantes


Primeros pueblos por el camino

Casi sin enterarnos, llegamos a Pont d’Aubert donde tras atravesar la Nacional 230 cogemos el GR a la derecha y subimos hasta Aubert por un camino senderil. Aquí paramos para hacer algunas fotos y al poco seguimos el recorrido hacia la primera gran subida del día. Esta, al principio se comparte con la de Sauth deth Shivau (lugar al que parece querer ir todo el mundo, porque hay un par de automovilistas que nos preguntan) para luego abandonar esa carretera hacia la izquierda por una pista en buen estado, alcanzar Villamos y Arres de Sus. La subida se hace bien, la carretera tiene poco tráfico y al principio tiene poco desnivel, aunque tiene alguna que otra rampa divertida.

En la zona de pista, la cosa se empina un poco, aunque es llevadero, creo que en pocas ocasiones superamos porcentajes encima del 10% y si es así, es por poco tiempo. Después de pedalear un rato, la pista se queda algo más plana y lo que tenemos son unas excelentes vistas a los glaciares pirenaicos a nuestra izquierda. Bueno, segunda promesa de la Pedals de Occitania que se cumple: unos paisajes espectaculares.

Las vistas de los glaciares pirenaicos según vamos ascendiendo

Seguimos rodando por la pista hasta llegar a Arres de Sus (antes de nuevo otro automovilista nos pregunta que como se va al Sauth deth Shivau..¿Qué tendrá ese sitio?) donde paramos a comernos algo. Mi hermano y yo comentamos que las subidas, aunque duras, son mucho más llevaderas que en León y de momento, la zona merece muchísimo la pena. Allí charlamos con unos niños que nos preguntan de donde venimos, a donde vamos y que nos enseñan orgullosos como han construido en plan ñapa un retrovisor para sus bicicletas. ¡Para comérselos!



Parada técnica en Arres de Sus

Pronto seguimos el camino. Según el mapa una pista. En realidad un camino de asfalto, que baja haciendo Zetas hasta Bossost. La bajada se hace rápido, pero en comparación con el sendero que habíamos abierto boca, un tanto aburrido. De hecho, sería la única bajada de este tipo que acabaríamos por hacer en todo el recorrido de la pedals. En nada llegamos a Bossost y tras quitarnos chalecos y manguitos, nos ponemos a subir el Portillón por su cara Española

Uno de los muchos carteles informativos sobre las subidas carreteras

La primera parte, unos 5 km son por asfalto. La subida es similar a la anterior, es decir, porcentajes relativamente llevaderos con alguna rampilla con algo más de mala leche. En esta zona mi hermano marca el ritmo y para mi gusto, lo hace un poco rápido. En este tipo de saraos, donde te tiras unos cuantos días sobre la bici, es mejor guardar fuerzas que nunca se sabe. Lo peor de la subida, que hay tráfico y a mi personalmente los coches me ponen bastante nervioso.

Tras llegar a un mirador, nos desviamos a la derecha para coger una señora rampa sobre una pista rota llena de piedras. Si señor, esta si que hace más daño y nos hace meter todo el desarrollo que tenemos disponible en nuestras bicis. Después de unos 500 metros la pista suaviza algo, pero se mantiene en torno al 8%-10%, que como hay bastante piedra, se engancha bastante. A mi particularmente me gusta y subo bien, mi hermano se queda algo atrás, pagando quizás haber dado demasiado en el Portillón, aunque tampoco se llega a despegar mucho de mi rueda. Después de 5 Km la cosa se suaviza y tras alcanzar algo más de altura que el mismo puerto, bajamos suavemente hasta alcanzar de nuevo la carretera del Portillón.

Un alto en el camino antes del último descenso

Vaya, parece que también hay subidas de las que pican. Eso es lo que se nos queda en la cabeza. Así que comenzamos a bajar por carretera, ya metidos en Francia. Después de 3,5 Km nos desviamos a la izquierda siguiendo el Roadbook por una pista poco marcada. Al poco, tiene un poco de subida hasta subir unos 100 metros de desnivel. Y al acabar, bajada por otro magnífico sendero. Este sin construcciones del lado oscuro, pero divertidísimo, haciendo unas zetas cerradas (estilo de una de las bajadas de la Hoya de San Blas en Madrid, pero a lo bestia) que demandan toda nuestra pericia técnica. Yo me lo paso como un enano la verdad.


Vistas desde Luchon

Volvemos a la carretera que nos llevará a Bagneres de Luchon, lugar donde cenaremos. Antes de esto, repostamos agua en una fuente / descansillo, que ciertamente tiene un sabor extraño, será cosa de las aguas medicinales de la zona, porque ese sabor raro también lo notamos en el agua del hotel. Al poco llegamos a Luchon, buscamos el lugar de sellado del primer control y volvemos a nuestro hotel, La Rencluse donde dejamos las bicis y nos duchamos para parecer de nuevo personas.

Perfil de la etapa, con sorpresa al comienzo

Al final, la cosa ha sido algo más dura de lo que se esperaba. Los metros de desnivel se estiran a 1.550 metros (nuestros pulsómetros dan algo menos ya que tienden a ser pesimistas en este punto y es el dato que tenemos tras calibrar los datos en software) y 55 km de recorrido. Aún así, hemos ido rápido, en mi opinión, quizás demasiado por la zona de asfalto.

Comentamos un poco el recorrido mientras que nos tomamos unos crepes en Luchón. Mucha carretera que la hace llevadera. Para mi demasiada, a ver que es lo que hay después. Y unos pedazo de senderos divertidísimos en las bajadas, así que parece que en general, las subidas te las meten por sitios más o menos llevaderos y que las bajadas es donde la cosa adquiere más sentido MTB. Ya veríamos en los siguientes días que esto no es así en lo referente a las subidas.






Algunas imágenes de Bagneres de Luchon


Por cierto, que Bagneres de Luchon es un lugar que merece la pena visitar. Balneario, la ciudad más importante en la parte francesa, es el centro turístico de la zona y lugar de paso habitual del Tour de Francia. Desde allí se accede a unos cuantos puertos míticos, como el Portillón, Super-Bagneres y sobre todo el Peyresourde. Se respira ciclismo en la zona y desde luego, los carreteros son legión. En cuanto a la MTB son los representantes del lado oscuro los que más abundan, al parecer tienen gran cantidad de bike Parks preparados para que hagan el gamberro todo lo que quieran. Lo que menos abundan son los ruteros mountainbikeros. Vamos, que casi ni me acuerdo cruzarme con uno por el camino

Y otra cosa a destacar son los excelentes senderos marcados como rutas VTT que nos encontramos por todo el recorrido. Estas además vienen con niveles y van desde paseos por caminos vecinales a algunos senderos que requieren muchísima pericia técnica. Como para estarse por la zona unos días para disfrutar de todos estos recorridos, que en parte, seguiremos a lo largo de toda la pedals. En el fondo siento un poquito de envidia de esta cultura ciclista que se respira en Francia y que podremos ver en repetidas ocasiones a lo largo de estos días.

Que suerte que tienen los que pueden disfrutar de esta zona con la VTT


También miramos el mapa con más detenimiento y vemos que por lo que parece, hemos ido una parte por una zona que no aparece como recorrido en el mismo. En vez de ir por el GR, que es lo que marca el mapa, hemos subido por las laderas de las montañas al oeste de Vielha para luego bajar al GR y la N230. No sería ni la única ni la más pequeña de las sorpresas que nos encontraríamos con respecto al mapa y al roadbook

En Luchon nos encontramos con el grupo de ciclistas de Cataluña que antes habían estado perdidos por el bosque tomándose unas cervezas. Tras charlar un poco, vemos que hacen el recorrido en 4 días, pero que quitando el 4º día, que juntan nuestro 4º y 5º, hacen el mismo recorrido, así que quedamos en que ya nos iríamos viendo según marcháramos.

En el hotel cena degustación incluida en el paquete, con sopa (rara eso si) una especie de pincho que tampoco tengo claro lo que tenía pero que estaba bueno, un bistec riquísimo y de postre helado de limón natural. Eso si, como es normal en Francia, el vino hay que pagarlo. Luego poco que contar, nos vamos a la cama y nos quedamos literalmente dormidos según nos tumbamos, hasta que suena de nuevo el despertador a las 7:45

Track 1ª Etapa: Vielha_Luchon 



Ducha en baño francés y a la cama!

6 comentarios:

  1. Vaya pasada de fotos. Se me cae la baba. Suerte que tienes acompañante fijo para hacer estas aventuras. Espero siguientes capítulos.

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  2. Pues fíjate Pablo, que para mi las mejores vistas son en la 2ª y 4ª etapa. Así que lo mejor esta por venir, al menos a nivel paisajes jejeje
    Yo creo que si te pones un par de plomos en las zapatillas, seguro que encuentas algún acompañante ;-P
    Saludos y espero continuar pronto!

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  3. Guapa aventura Bruna, un abrazo máquina!!

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  4. Muchas gracias por pasarte Edu, me alegro de que te guste!
    Si es que tienes que volver a la bici jejeje

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  5. Que fotos mas bonitas un paisaje precioso.

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  6. La verdad es que es para verlo y vivirlo, 100% recomendable Trini!
    Saludos,
    Brunaita

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Hola,
En cuanto podamos leemos tu mensaje y lo publicamos en el blog
Saludos,