Hola a todos de nuevo,
Esta vez toca la prueba de un sillín para nuestra MTB. Desde luego, esta es la pieza de la bicicleta más personal que se puedan tener y que nos va a marcar buena parte de la “relación” que tengamos con nuestra amiga de las dos ruedas. En los últimos años se ha desarrollado algo más el tema y se ofrecen algunos sillines en diferentes años. Pero hay más cosas, la horma que tenga, como traten la espinosa zona de la próstata etc…y finalmente, que cada culo es un mundo como se suele decir.
En mi caso, este siempre ha sido uno de mis puntos más débiles a la hora de dar pedales. Cuando leo las crónicas de las marchas de muy largo recorrido, por ejemplo de Los 10.000 del soplao, pocas veces veo referencias al trasero de los que la escriben. Desde luego no soy un novato en esto de la bici y llevo ya unos cuantos kilómetros en mis posaderas, con gran número de rutas de muchas horas de pedaleo. Al final, en las rutas largas, acababo siempre con más dolor de culo que falta de fuerza en piernas.
En general, desde que monto de forma regular (hace como 8 años) siempre había preferido sillines con ranura para la próstata. Había empezado con el de mi Merida Matts Speed, un velo y después pasé a los Flite Gel Flow y a los SLR Gel Flow de Selle Italia, todos de corte muy similar. Sin embargo, pese a descargar mucho la próstata, al final siempre acababa con muchos dolores en la zona que lo rodeaba, por no hablar de los molestísimos granitos que me salían al ejercer presión por allí.
Como tenía a los dos SLR de mis bikes ya para la jubilación, estaba decidido a cambiar un poco el concepto de sillín que he venido usando en los últimos años. Primero he estado probando con WTB, con los Silverado, que si bien de corte me han ido bien, acababan siendo demasiado duros en la parte trasera e incómodos a la larga. Seguramente el Laser, el modelo “cómodo” de la marca me habría podido convencer pero dada la dificultad de encontrar productos de es marca en España (el que use es de desmontaje de bici de serie) tenía que buscar otra solución.
Mi hermano me recomendó Fizik. También ha tenido bastantes problemas por la zona y finalmente, después de muchas vueltas a acabado con esta marca. “Además, lo puedes probar, si no te gusta siempre te puedes comprar otro SLR” me decía. Efectivamente, en comercios especializados, Fizik permite la prueba de sus sillines con modelos de prueba. Dado que es una pieza tan “personal”, no iba a perder nada, así que decidí ir a mi tienda habitual a reservar uno.
Fizik tiene un concepto curioso en cuanto al tipo de sillines. Más que por su anchura o dureza, los define por el tipo de ciclista que los lleva y su flexibilidad. Los distingue entre “serpientes” los más flexibles y ligeros, “camaleones” flexibilidad media, dependiendo del estado de forma” y los “toros” más bien rígidos, pesados y poco adaptables. Para cada tipo de ciclista tienen un sillín y en mi caso, que más bien pertenezco al último grupo, el que me correspondía es el Aliante. Existen varias versiones, una de montaña (XM) que es la que finalmente he adquirido. En todo caso, la versión de prueba es la de carretera, pero a nivel de horma y uso, no hay diferencias entre ambos.
Aunque la mayoría del tiempo he usado el de prueba, que he estado utilizando cerca de 3 semanas con 500 km, en cuanto a la descripción del sillín me referiré al XM que es el que finalmente poseo.
Primeras impresiones
El Aliante XM es un sillín muy bien acabado, donde se nota el trabajo de calidad de la marca con multitud de detalles en el mismo.
Sus raíles son de Kium, un material especial de Fizik en teoría más ligero y resistente que el Titanio. Su parte superior es de Microtex perforado, piel sintética diseñada para mantener la temperatura de la zona en límites soportables. Tiene la parte trasera forrada de Kevlar para evitar el deterioro del sillín en los típicos golpes que se tienen con la MTB y para finalizar, todo el sillín está realizado en su interior con Technogel de gran comodidad ya que “Memoriza” la forma de tu cuerpo.
Un elemento importante de su comodidad es el Twinflex: el sillín cuando recibe presión, se expande hacia los lados y hacia abajo por una ranura especial. Toda la carcasa es de Fibra de carbono/Nylon, lo que de nuevo da flexibilidad y comodidad al conjunto.
Y esto en cuanto a tecnología. En cuanto a su horma, pese a ser un sillín diseñado para ser cómodo, no es excesivamente ancho, un poquito más que los SLR de Selle Italia. No hay medidas oficiales en la página de la marca. Algo que llama mucho la atención es la forma de la trasera, que tiende a elevarse, recogiendo y manteniendo en posición el trasero del ciclista.
En marcha
Lo primero que me llamó la atención al usar el sillín fue lo poco que me costó adaptarme a él. Después de una primera ruta corta para ponerle bien en posición, hice con él fue el anillo verde ciclista de Madrid, que con desorientaciones incluidas significó hacer 75 Km, vamos prácticamente 4 horas de pedaleo, encima buena parte bajo la lluvia
Y me encontré comodísimo con él. La única sensación rara, por la zona de la próstata/testículos, más que nada por falta de costumbre ya que notaba que algo rozaba por allí, que por incomodidad. De hecho, nada de tener la zona dormida y además, en cuanto se me ha acostumbrado un poco el cuerpo, ya no noto nada en posteriores salidas.
El secreto de la comodidad del sillín se basa en el reparto del peso y la adaptación del gel a tu cuerpo. Como recoge las posaderas completamente, incluyendo la zona trasera que tiende a elevarse, el peso se reparte por todos sitios, sin llegar a hacerse excesiva presión en ningún punto concreto. Además, al hacerse la presión sobre una cómoda capa de gel, eleva el confort claramente.
En la práctica, esto supone que hasta la hora de pedaleo, poco a poco se va “sintiendo” más el sillín pero a partir de ese momento, la cosa no empeora y se mantiene esa misma sensación sin que en ningún momento llegue a ser una molestia o dolor.
Algo muy positivo que he notado con este sillín es que uno de mis dolores clásicos, por la zona de lumbares izquierdos, se han reducido drásticamente. Debido a mi recuperación física, no he salido a ritmo realmente alto, aún así he notado una clara mejora. La explicación que le doy es que puede que parte de esos dolores viniesen dados por malas posturas sobre el sillín al estar incómodo sobre él, lo que me forzaba a pedalear de forma poco adecuada. Ahora como me encuentro más cómodo, estas molestias se han visto reducidas.
Durante las tres semanas que he estado con el sillín de prueba. Si bien no he hecho grandes rutas por la sierra, si que he realizado rodajes largos, de 2 a 3 horas de pedaleo o incluso algunas más largas. Con mucho terreno llano, he tenido que pasar mucho tiempo encima del sillín y he podido convencerme completamente de la comodidad del mismo.
Solo me quedaba probarlo por la montaña de verdad, para ver como aguantaba una subida larga de verdad del tirón. Así que elegí las míticas Zetas de la pedriza madrileña para comprobarlo, con una subida de cerca de 16 km. Y supero la prueba con nota, nunca había subido hasta el collado de los pastores con el trasero en tan buen estado y con tan pocas molestias en la espalda. Aunque mi situación física desaconsejase hacer la versión completa incluyendo la subida a la Nava, si que hice al final de la ruta otra pequeña subida de unos 200 metros de desnivel (desde Cantocochino a la pista principal de subida) y unos 3 Km…de nuevo sin problemas, al final después de 3:15 con largas subidas, excelentes sensaciones.
Conclusiones
Sillín 100%, recomendable, especialmente a la gente que le guste hacer rutas largas y pasar muchas horas sobre la bici. Además, dada la posibilidad de probar antes de comprar, en el caso de realizar la inversión, podremos estar absolutamente seguros de si nos merece a nosotros y a nuestro trasero la pena
Su mayor inconveniente desde luego es el precio. De salida son 120 euros que le ponen entre los más caros de su categoría (Fizik tiene modelos incluso por más), aunque a mi me salió algo mejor. Dado los resultados que estoy obteniendo, los pagaría cada euro otra vez con mucho gusto.
Tampoco es un sillín especialmente ligero. En mi caso, se queda en unos 275 gramos. No es especialmente pesado pero si que esta un tanto lejos de otros sillines de corte más radical con pesos en torno a los 200 gramos.
Yo es el siguiente sillín que voy a probar, después de haber roto un Selle Italia C2 Gel Flow y de estar temporalmente con un THE XC duro como una roca ..., y de descargar un Selle Italia SLR en la de montaña porque voy a volver a doblar/partir la carcasa ..., este será mi próximo sillín con casí total seguridad.
ResponderEliminarYo desde luego lo recomiendo 100%.
ResponderEliminarLlevo con el cerca de 5 meses ya en mis dos bicis y desde luego estoy encantado, cada día más. me he pegado ya rutas de estar 6 horas dando pedales y cada vez pienso más que porque no lo había hecho antes.
Mañana empiezo una ruta por los picos de Europa de 5 días que será ya la prueba definitiva. Seguramente que ponga una actualización en la prueba
Un saludo y gracias por comentar!
Gran artículo Bruna, qué profesional! en serio, ya quisieran muchas revistas publicar pruebas así...
ResponderEliminarUna pregunta, mi próxima bici seguramente venga con el Selle Italia SL, qué tal es? será parecido al SLR que comentas, y desde luego es una parte de la bici a cuidar. En cualquier caso lo probaré una temporada y veré que tal voy, pero por tener alguna referencia...
Gracias, un abrazo!
Muchas gracias Nacho!
ResponderEliminarPues la verdad es que no tengo muchas referencias del SL...pero a simple vista se da un aire al SLR, es decir, estrechito y relativamente duro. Eso si, la horma es excelente. A mi el SLR me termino cansando porque la zona de la ranura para la próstata me acaba por hacer daño así que como tuve la oportunidad de probar el Fizik, la aproveché. Sino quizás hubiera probado el SLR XP que venía algo más mullido.
Y si no te gusta, lo que te digo, aprovecha alguna de las tiendas que permiten probar Fizik!
Saludos,
El SLR T1 quería decir!
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