lunes, 12 de marzo de 2012

Prueba Canon S90: Primeras Impresiones

Introducción y primeras impresiones

Después de estar usando la Powershot G11 cerca de dos años, he acabado por cambiarla por una S90. No por falta de satisfacción con ella, sino porque tras adquirir una cámara Reflex, el uso que le estaba dando a la G11 era mucho menor y como cámara para llevar encima en el campo o en la bicicleta me venía un poco grande.

Por lo tanto, quería una cámara de tamaño reducido pero que se mantuviese lo más cercana posible a la G11 en cuanto a calidad de imagen. Por suerte el mercado de las compactas “profesionales” (o como prefiero decir yo, compactas de sensor grande) ha estado muy activo en los últimos años y hay bastante donde elegir. El tema del tamaño me hacía descartar algunas como la Panasonic LX5, la Nikon P7000 o la Samsung EX1. La Ricoh GX 200 se me quedaba algo corta de tele. Total, que finalmente me quedaban por elegir la Canon S90/95 o la Olympus XZ1. Por temas de tamaño y familiaridad, la elegida fue la Canon S90/95. Conseguí una buena oportunidad de cambiar mi G11 por una S90 y ahora se ha convertido en mi compacta para llevar siempre encima.
 
La entrada, como en otras de cámaras de fotos, la dividiré en dos partes y en muchos casos iré comparando con las experiencias que había tenido con la G11 donde vea las principales diferencias. Como suelo hacer, me voy a centrar más en su uso que en contar todas sus características, modos etc, ya que esta información se puede encontrar sin problemas por la red

Puntos fuertes
Si la Canon S90 destaca por algo es por el increíble “cóctel” de tamaño reducido con una alta calidad de imagen y tremenda funcionalidad. Esto es lo primero que se te viene a la cabeza cuando la tienes en tus manos. Tiene un tamaño poco superior al de cualquier ultracompacta pero en su interior, su magnífico sensor CCD 1 1/7 la pone en otra categoría. Por cierto, que este sensor, con pequeñas modificaciones (sobre todo para video), va ya por la tercera generación de cámaras que lo usan, lo que dentro del mundo digital es todo un record y muestra la calidad que tiene.

Pasemos a ver otros puntos de forma más sistemática.

- La calidad de imagen, fruto del excelente sensor del que dispone se encuentra claramente por delante de la gran mayoría de cámaras compactas del mercado. En cualquier caso, es una calidad de imagen, que al menos en mi unidad hay que “ganarse”, ya lo explico más adelante.

- Control total de la cámara y muy funcional. Este es uno de los puntos que más esperaba echar de menos de la G11, con todos sus accesos directos. Sin embargo, el sistema de ruleta en la parte trasera más anillo alrededor del objetivo es sencillamente perfecto y permite acceder a los controles básicos de la cámara en cada modo de disparo de forma rápida y sencilla. De hecho, diría que casi acaba siendo más cómoda de configurar que la G11

- El objetivo, en especial en angular es muy luminoso (f/2,0) y da unos resultados muy buenos en estas focales. A partir de utilizar el zoom a más de 2x pierde un poco, tanto de luminosidad como de nitidez y contraste. Además es estabilizado, aunque como la cámara, debido a su tamaño, se sujeta algo peor que la G11, tengo que disparar con ella con un poquito más de velocidad. Aún así, en angular disparo sin problemas sobre 1/10-1/15 y en teleobjetivo sobre 1/30-1/40.

- Gracias a su excelente apertura y la estabilización del objetivo, se convierte en una compacta (¡no es una réflex claro está!) con resultados sorprendentes con poca luz, siempre que te estés en angular, ya que permite mantener el ISO muy bajo

- Muy rápida de respuesta. De hecho, me da la sensación de ser ligeramente más rápida que la G11, tanto al enfocar y disparar como al moverte por los diferentes menús.

- El autofoco también se comporta bien, aunque en modo continuo y AF servo (que configura enfoque y exposición de forma continua) da la sensación de no ser tan efectivo como en la G11.

- Fotometría y balance de blancos automáticos muy bien ajustados.

- La pantalla de 3 pulgadas se ve muy bien, con buena saturación y contraste, incluso en situaciones con poca luz.


- Múltiples opciones para configurar la toma, incluyendo Raw, ajustes de color etc. Básicamente son las mismas que las de la G11. Solo le falta el control en la reducción de ruido, igual que le pasa a su hermana más grande. Además permite procesar imágenes dentro de la misma cámara con efectos muy interesantes.

- Los modos automáticos están bastante logrados (aunque no los use mucho) e incluyen algunos más que la G11. De los que más me gustan, el modo Stich para panorámicas y el modo nostalgia, que da a nuestras fotos un aspecto antiguo.

- Acabados, botones…la cámara es entera de metal, todo encaja perfectamente y da una excelente sensación de calidad al tenerla en las manos.

- Como todas las Canon, viene con un completo paquete de software gratuito para ver, almacenar y retocar las fotos. El DPP (Digital Photo Profesional) es un auténtico lujo para poder trabajar con los archivos RAW que genera la cámara


Puntos débiles
Como no puede ser de otra forma, también tiene sus cosas a mejorar, aunque muchas se derivan de su pequeño tamaño, como el agarre, falta de zapata para flash/ accesorios externos, la falta de visor óptico, batería escasa o la poca potencia del flash integrado. Claro que lo podría tener, pero entonces no sería tan pequeña ni tan fácil de llevar siempre encima. Simplemente hay que sopesar si son puntos decisivos en el uso que le vayas a dar a la cámara.

Luego tiene un par de cosas que son comunes con la G11, como el disparo en ráfaga bastante lento (1,2 fotos por segundo), la tendencia a amarillear que tiene el balance de blancos cuando se tira en interiores con ISO alto, no hay posibilidad de guardar RAW en los modos escena o que al disparar en RAW+JPEG, no se puede configurar el JPEG y siempre sale con un procesado neutro muy plano.

También puede que me haya hecho un poco pijo después de tanto usar la Reflex, pero no me acaba de convencer la forma de procesar los JPEG. Mientras que las Powershot G me dejaban unos JPEG casi perfectos según salían de la cámara, en la S90 no me gustan tanto. Además, detecto un comportamiento diferente respecto a como procesa tirando en angular y tirando en teleobjetivo. En cualquier caso, la cosa se soluciona bastante subiendo nitidez y contraste en Mis colores personalizado. Trato este tema más en profundidad en la próxima entrada.


Aunque no es algo importante para mí, le falta el video HD, igual que a la G11, si bien del que dispone tiene buena calidad.

Respecto a su construcción, aunque en general es muy buena, la ruedecilla de detrás esta muy suelta. Yo tengo las manos pequeñas y en poco tiempo me he acostumbrado a no acercar los dedos por allí. Si embargo, personas con manos grandes pueden tener más dificultados y ha sido uno de los puntos que más se le han criticado a esta cámara.

Hay que destacar que estos dos últimos puntos han sido solucionados en la Canon S95, versión ligeramente actualizada de la S90
 

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