martes, 13 de julio de 2010

Running Parisien: Corriendo alrededor de la torre Eiffel

Hola a todos,

Esta semana ha sido la de mi reencuentro con las zapatillas de correr. La verdad es que tras mi operación de varices le tenía cierto respeto, ya que eso de reverberar no me hacía particular gracia con todas las costuras que tenía por allí. No es que correr fondo sea mi deporte principal, pero me gusta usarlo como compensación a mi querida bicicleta, especialmente en invierno cuando el trabajo deja poco tiempo de entrenamiento o en verano, durante las vacaciones, para conservar un poco la forma.

Tras cerca de 3 meses desde mi operación de varices iba ya siendo hora. Y me vino una oportunidad que me daba la suficiente motivación para hacerlo: aprovechar un viaje de trabajo a Paris para correr por allí. Tenía el Hotel al lado de la Torre Eiffel, escenario perfecto para mi vuelta al Running.


Dicho y hecho. Entre el traje, el portátil y presentaciones varias, dejé sitio en mi maleta para todos mis archiperres de correr: Mis ASICS Kayano, mi pulsómetro, mi camiseta recuerdo de la San Silvestre Vallecana 2009, mi medidor de zancada… No ocupaba mucho sitio así que por que no probar no perdía nada.

El escenario para correr estaba claro: el campo de Marte que se encuentra alrededor de la famosa torre y que la separa de la Escuela Militar. Terreno llano, sin dificultades pero en un enclave excepcional: no todos los días se corre a la sombra de uno de los monumentos más famosos del mundo!

Lo peor era la hora de correr: debía ser pronto, a primera hora de la mañana, así que el jueves 8, a pesar de haberme acostado tarde tras ver la semifinal España-Alemania, pongo el despertador a las 6:30. ¡Vaya con los esfuerzos que supone el deporte! Cuando suena mi móvil para despertarme, pienso en tirarlo por la ventana y darme media vuelta. Sin embargo, decido no pensar y antes de darme cuenta estoy en la puerta del hotel.


Las sensaciones son raras. En mi vida había corrido en ayunas y además, hacía cerca de 6 meses que no hacía nada en este sentido… ni que decir tiene que la pesadez de piernas, la falta de aire o lo acelerado del pulso me recordaban esto a cada zancada. Pero al menos mi pierna recién operada no se quejaba nada, todo el dolor era muscular. A los 10 minutos tengo molestias considerables en los pies, pero nada insoportable.

La verdad es que da mucho gusto correr por el campo de Marte, a la sombra de sus árboles en un escenario con tanta historia. Poder alzar la vista y ver la impresionante mole de acero de la Torre Eiffel sobre ti. Conmigo hay un buen número de Parisinos, que madrugan como yo para estirar las piernas y poner un poco de deporte en su vida. Bajo la torre Eiffel misma, los soldados con sus fusiles de asalto (es increíble los que se ven por las calles de Paris) y en sus alrededores un buen número de trabajadores tratando de limpiar los restos que dejan las hordas de turistas que se acercan a tan insigne monumento cada día.

A los 28 minutos termino. En total me salen 5 kilómetros después de dar dos vueltas al campo de Marte y a la parte trasera de la torre Eiffel. En otros tiempos podría haber hecho fácilmente otra vuelta o incluso 2, pero no hay ni tiempo ni fuerzas para ello. Las sensaciones aceptables, cansado, con dolor de pies pero con mi pierna derecha respondiendo bien. Así que pese al madrugón al día siguiente decido repetir. Se me acumula el cansancio pero en general me encuentro mejor, aunque las agujetas no me las quita nadie.


Así que nada, finalmente pude hacer de un viaje de trabajo algo más atractivo, con el goce de haber podido correr por un lugar tan singular, cosa que quizás no vaya a hacer muchas más veces en mi vida. Por lo tanto había que disfrutarlo y paladearlo como esos placeres que no tienes claro cuando podrás volver a tener.

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