Bueno, después de un tiempo sin escribir, estoy otra vez por aquí,
Hoy toca escribir un poco de MTB y en este caso, de la que ha sido mi última marcha del año, la marathon sierra Norte organizada por el club Madroño (la que era la gente del Club Karacol). Es una marcha larga, de 80 km y unos 1.500 metros de desnivel, con mucho sendero y trialera por la zona de La Cabrera, El Berrueco, alrededores del Pico de la Miel etc.
La verdad es que este año no tenía unas ganas especiales de hacerla. Mis dos últimas semanas habían sido nulas a nivel ciclista. Entre el mal tiempo, un catarro inoportuno y en general una falta de motivación galopante, no hacían que esperase la marcha con especiales ganas, a pesar de ser prácticamente la única que he hecho en todo el 2010 (es que el Rally de los Embalses, más que marcha fue un caos…). Vamos, de hecho me pase todo el sábado cacharreando con el ordenador y el PhotoShop y no fue hasta la noche, cuando me puse a preparar la bici y mis cosas, cuando empecé a sentir “eso” de tener una marcha al día siguiente.
Me despierto a las 6, desayuno a base de café, yogurt con cereales y plátano y marchando. Al final me llevo la rígida, ya que tengo la doble en el taller, aunque para una marcha como esta, de mucho sendero con piedras y terreno variado, casi venía mejor la doble. Al salir de casa, casi me pasa por encima un coche que se salta un semáforo en rojo, como mola eso de conducir a estas horas un fin de semana. Llego a El Berrueco a las 7:15 y tiro a coger el dorsal. Como voy prontito no tengo que esperar colas, vuelvo a mi coche y me quedo traspuesto media hora. Hace un frío de perlas, así que decido que finalmente llevaré mi chaqueta de invierno y un maillot dentro. En el caso de que haga mucho calor al medio día, me la puedo quitar y llevarla en la mochila.
Hoy toca escribir un poco de MTB y en este caso, de la que ha sido mi última marcha del año, la marathon sierra Norte organizada por el club Madroño (la que era la gente del Club Karacol). Es una marcha larga, de 80 km y unos 1.500 metros de desnivel, con mucho sendero y trialera por la zona de La Cabrera, El Berrueco, alrededores del Pico de la Miel etc.
La verdad es que este año no tenía unas ganas especiales de hacerla. Mis dos últimas semanas habían sido nulas a nivel ciclista. Entre el mal tiempo, un catarro inoportuno y en general una falta de motivación galopante, no hacían que esperase la marcha con especiales ganas, a pesar de ser prácticamente la única que he hecho en todo el 2010 (es que el Rally de los Embalses, más que marcha fue un caos…). Vamos, de hecho me pase todo el sábado cacharreando con el ordenador y el PhotoShop y no fue hasta la noche, cuando me puse a preparar la bici y mis cosas, cuando empecé a sentir “eso” de tener una marcha al día siguiente.
Me despierto a las 6, desayuno a base de café, yogurt con cereales y plátano y marchando. Al final me llevo la rígida, ya que tengo la doble en el taller, aunque para una marcha como esta, de mucho sendero con piedras y terreno variado, casi venía mejor la doble. Al salir de casa, casi me pasa por encima un coche que se salta un semáforo en rojo, como mola eso de conducir a estas horas un fin de semana. Llego a El Berrueco a las 7:15 y tiro a coger el dorsal. Como voy prontito no tengo que esperar colas, vuelvo a mi coche y me quedo traspuesto media hora. Hace un frío de perlas, así que decido que finalmente llevaré mi chaqueta de invierno y un maillot dentro. En el caso de que haga mucho calor al medio día, me la puedo quitar y llevarla en la mochila.
A las 8:15 me pongo a montar la bici y antes de ir a la salida (prevista a las 8:45) doy una vuelta por el parking a ver si veo a algún colega. Efectivamente por allí anda Tony que me lleva junto con Pablo. Menudos máquinas, con estos me hago una foto. Este será el único momento del recorrido que les veo, luego ni siquiera para los macarrones.
Al final salimos a las 8:55. Los primeros kilómetros por el pueblo, como siempre neutralizados pero rodando a muerte, muy fácil el caerse y acabar la marcha por la vía rápida. Pronto salimos y tiramos por un sendero a la derecha que crea cierta aglomeración. Por suerte voy por el primer tercio de la carrera y no debo esperar mucho. Por esta zona me encuentro a otros dos colegas, Luis Peguero, un master 50 que ya me gustaría poder seguir en las marchas y Jimmy, que me dice que se ve bien y que quiere tirar para delante.
Luego viene más o menos lo que va a ser la tónica de los primeros kilómetros. Repechos cortos pero intensos y zonas de senderos muy divertidos por matorrales y piedras, losas de granito etc. En esta zona voy bastante rápido, ya que quiero intentar evitar aglomeraciones en senderos. Lo peor de todo son algunos momentos en que tengo el sol de cara y literalmente no veo nada. Estos kilómetros pasan rápido y lo más reseñable son unas losas de granito por las que no se puede pasar y hay que hacer un empujabike. Aquí me alegro de ir relativamente delante por lo que prácticamente no cojo aglomeración. El terreno esta perfecto, las lluvias de la semana pasada lo han dejado de maravilla, sino hubiéramos tragado bastante polvo.
De esta manera salimos a una zona algo más suave antes del primer avituallamiento donde me encuentro (y me pasa) otro colega más, Nacho. Vaya, ya soy el último de todos. Pero bueno, tampoco me importa. Además, sobre el kilómetro 15 tengo intención de levantar un poco el pie, ya que la primera media hora voy bastante acelerado de pulso y mis piernas empiezan a resentirse. Llego al avituallamiento, donde me encuentro con Nacho. Mucho melón y plátanos duros como piedras son el menú que se ofrece. Un gel para el cuerpo y de nuevo a tirar.
Al principio toca bajar, por una zona con mucha piedra y grava suelta, el tipo de terreno que menos me gusta. Esta zona termina en un rampón-cortafuegos de bajada de gran desnivel, donde muchísima gente baja a pie pero que puedo hacer completa. Aquí debo pasar a un buen montón de gente, que bueno, me volverán a pasar al poco, ya que empieza una zona de subida por asfalto y que será lo que marque esta segunda parte del recorrido, es decir, la subida hasta los alrededores de La Cabrera. Al principio el asfalto tiene poca pendiente pero después de una curva a derechas, hay una rampa de unos 500 metros muy dura. En todo caso, la subida se hace bien, mi cuerpo coge un buen ritmo, aunque debe ser bastante suave ya que no deja de pasarme gente. Esto será la tónica de toda esta parte, ya que una vez acabado el asfalto, seguimos subiendo con algún descansillo, ya con menos pendiente, especialmente después de pasar por debajo de la A1. Por esta zona el terreno es variado, aunque lo que predominan son caminos más o menos anchos que atraviesan la dehesa madrileña.
Al final salimos a las 8:55. Los primeros kilómetros por el pueblo, como siempre neutralizados pero rodando a muerte, muy fácil el caerse y acabar la marcha por la vía rápida. Pronto salimos y tiramos por un sendero a la derecha que crea cierta aglomeración. Por suerte voy por el primer tercio de la carrera y no debo esperar mucho. Por esta zona me encuentro a otros dos colegas, Luis Peguero, un master 50 que ya me gustaría poder seguir en las marchas y Jimmy, que me dice que se ve bien y que quiere tirar para delante.
Luego viene más o menos lo que va a ser la tónica de los primeros kilómetros. Repechos cortos pero intensos y zonas de senderos muy divertidos por matorrales y piedras, losas de granito etc. En esta zona voy bastante rápido, ya que quiero intentar evitar aglomeraciones en senderos. Lo peor de todo son algunos momentos en que tengo el sol de cara y literalmente no veo nada. Estos kilómetros pasan rápido y lo más reseñable son unas losas de granito por las que no se puede pasar y hay que hacer un empujabike. Aquí me alegro de ir relativamente delante por lo que prácticamente no cojo aglomeración. El terreno esta perfecto, las lluvias de la semana pasada lo han dejado de maravilla, sino hubiéramos tragado bastante polvo.
De esta manera salimos a una zona algo más suave antes del primer avituallamiento donde me encuentro (y me pasa) otro colega más, Nacho. Vaya, ya soy el último de todos. Pero bueno, tampoco me importa. Además, sobre el kilómetro 15 tengo intención de levantar un poco el pie, ya que la primera media hora voy bastante acelerado de pulso y mis piernas empiezan a resentirse. Llego al avituallamiento, donde me encuentro con Nacho. Mucho melón y plátanos duros como piedras son el menú que se ofrece. Un gel para el cuerpo y de nuevo a tirar.
Al principio toca bajar, por una zona con mucha piedra y grava suelta, el tipo de terreno que menos me gusta. Esta zona termina en un rampón-cortafuegos de bajada de gran desnivel, donde muchísima gente baja a pie pero que puedo hacer completa. Aquí debo pasar a un buen montón de gente, que bueno, me volverán a pasar al poco, ya que empieza una zona de subida por asfalto y que será lo que marque esta segunda parte del recorrido, es decir, la subida hasta los alrededores de La Cabrera. Al principio el asfalto tiene poca pendiente pero después de una curva a derechas, hay una rampa de unos 500 metros muy dura. En todo caso, la subida se hace bien, mi cuerpo coge un buen ritmo, aunque debe ser bastante suave ya que no deja de pasarme gente. Esto será la tónica de toda esta parte, ya que una vez acabado el asfalto, seguimos subiendo con algún descansillo, ya con menos pendiente, especialmente después de pasar por debajo de la A1. Por esta zona el terreno es variado, aunque lo que predominan son caminos más o menos anchos que atraviesan la dehesa madrileña.
Solo en los últimos metros la cosa se pone algo más empinada y llegamos a la parte de arriba de La Cabrera, donde tomaremos los senderos que hicimos en la salida de la edición 2009, aunque esta vez con menos aglomeraciones. Aquí la verdad es que los disfruto mucho más, a pesar de ir algo tocado. Losas de granito, curvas en zigzag muy divertido vamos. Al poco llego al avituallamiento del KM 40 que es igual que el del 20: plátanos duros, melón, algunos frutos secos y agua. De nuevo me encuentro con Nacho, que me comenta que ha sufrido algo en la última parte de la subida y al poco partimos de nuevo juntos. Ahora viene otra de las zonas más divertidas de la ruta, otra que repite con 2009, de nuevo muchas losas piedras y senderos, con muchos escalones. En esta zona me lo paso como un enano y de nuevo disfruto mucho más que el año pasado ya que hay mucho menos tráfico.
Pronto salimos a un terreno más abierto, dirección A1 que nos llevará a las estribaciones de la subida al medio Celemín. No se hace completa y menos mal, porque como picaba. El perfil que ponían en la página de la marathon engañaba, ya que es claramente escalonado y con mucha pendiente cuando se sube: Rampón / Descansillo / Rampón / Descansillo / Rampón de tres pares de narices. Y el terreno piedra suelta, bastante incómodo. Los dos primeros los hacemos bastante juntos Nacho y yo, aunque veo que poco a poco él se va quedando. Ya al final del segundo me despego bastante y aunque en la zona de descanso voy esperando, no aparece, así que decido tirar para adelante. Por esta zona, ya me había dejado de pasar gente y de hecho mantengo a la vista un grupo de bikers que no varía mucho durante esta parte del recorrido. Llego al avituallamiento del Km 57 (había uno líquido sobre el 47 pero no paramos) de nuevo mismo menú que en los anteriores y espero a Nacho. Bueno, lo peor ya había pasado y la verdad es que me encuentro bastante entero. La subida hasta la mitad del medio Celemín había sido dura pero no la llevé mal del todo. Además, había pasado todos los cortes de la carrera a tiempo, lo que estaba bastante bien.
Nacho sin embargo viene tocado, así que paramos un buen rato. Al empezar, hacemos un pequeño tramo por carretera, que coincide con el final de la edición pasada. De hecho, los siguientes 15km iban a ser muy similares a los de 2009, con la diferencia de que al final tiramos para El Berrueco en vez de para La Cabrera. En la zona de asfalto, mi muslo izquierdo me da un amago de calambre, cosa de la variz latente que tengo por allí. En eso, la derecha funciona mucho mejor, que bien que me vino la operación. La zona comienza con subidas y un repecho que el año pasado se me atragantó mucho. Aunque me encuentro bien de fuerzas, como tengo los amagos de calambres, en esta zona voy sufriendo un poco. Aun así me despego de Nacho, que venía ya muy tocado del medio Celemín.
Pronto salimos a un terreno más abierto, dirección A1 que nos llevará a las estribaciones de la subida al medio Celemín. No se hace completa y menos mal, porque como picaba. El perfil que ponían en la página de la marathon engañaba, ya que es claramente escalonado y con mucha pendiente cuando se sube: Rampón / Descansillo / Rampón / Descansillo / Rampón de tres pares de narices. Y el terreno piedra suelta, bastante incómodo. Los dos primeros los hacemos bastante juntos Nacho y yo, aunque veo que poco a poco él se va quedando. Ya al final del segundo me despego bastante y aunque en la zona de descanso voy esperando, no aparece, así que decido tirar para adelante. Por esta zona, ya me había dejado de pasar gente y de hecho mantengo a la vista un grupo de bikers que no varía mucho durante esta parte del recorrido. Llego al avituallamiento del Km 57 (había uno líquido sobre el 47 pero no paramos) de nuevo mismo menú que en los anteriores y espero a Nacho. Bueno, lo peor ya había pasado y la verdad es que me encuentro bastante entero. La subida hasta la mitad del medio Celemín había sido dura pero no la llevé mal del todo. Además, había pasado todos los cortes de la carrera a tiempo, lo que estaba bastante bien.
Nacho sin embargo viene tocado, así que paramos un buen rato. Al empezar, hacemos un pequeño tramo por carretera, que coincide con el final de la edición pasada. De hecho, los siguientes 15km iban a ser muy similares a los de 2009, con la diferencia de que al final tiramos para El Berrueco en vez de para La Cabrera. En la zona de asfalto, mi muslo izquierdo me da un amago de calambre, cosa de la variz latente que tengo por allí. En eso, la derecha funciona mucho mejor, que bien que me vino la operación. La zona comienza con subidas y un repecho que el año pasado se me atragantó mucho. Aunque me encuentro bien de fuerzas, como tengo los amagos de calambres, en esta zona voy sufriendo un poco. Aun así me despego de Nacho, que venía ya muy tocado del medio Celemín.
Después de las primeras subidas, viene una zona por senderos, que ya se me atragantaron el año pasado y se me vuelven a atragantar este, aunque menos. Es un terreno bastante roto y ciertamente, con el cansancio que llevo encima, me machaca bastante. Pero bueno, se pasa y por suerte, en una zona de falsos llanos, el terreno se hace más suave, convirtiéndose en senderos por tierra. En esos kilómetros la verdad que me encuentro mejor y espero llegar al siguiente avituallamiento, solo líquido donde tengo intención de esperar a Nacho. Eso si, antes de llegar a ese avituallamiento del KM 73 nos toca meternos una subida, en paralelo a la A1 que hace mucho daño, sobre todo porque llega un momento que se empina muchísimo, con terreno que fue asfalto hace un siglo y que ahora da cualquier cosa menos tracción en la rueda. Llego al avituallamiento bastante fundido, así que después de beber agua, comer una barrita y meterme un gel, casi me viene bien parar un rato para esperar a Nacho
El tema es que él no viene (le tenía controlado por un par de ciclistas que deberían haber ido a su altura) así que decido seguir porque me estaba quedando frío y con los amagos de calambres tenía miedo de no volver a arrancar jamás. Por suerte el terreno hasta El Berrueco es bastante favorable, aunque a esas alturas el más mínimo repecho parece un puerto de montaña. Así que con más pena que gloria entro en la meta, sobre las 15h, así que he debido hacer de tiempo total unas 6 horas. El tiempo ciclado 5:38 y el total según la organización 6:14. La verdad es que es un resultado un poco pobre, el año pasado la hice en 5:06 de ciclado y eso que el recorrido en mi opinión era más duro. Aun así, llego el 299 de los 377 que logran acabar la prueba. Este si es un dato importante, de los 600 acabaron completa sobre el 65%, lo que da muestra de la dureza de la sierra norte.
En la meta me encuentro con Jimmy, que debía haber llegado hace un buen rato y después de llamar a mi chica para decir que he entrado de una pieza, esperamos a la llegada de Nacho, que llega literalmente fundido. Queda ya poco que hacer por allí. Coger algo de comer, comentar la jugada con los compañeros y recoger el campamento hasta la próxima.
El tema es que él no viene (le tenía controlado por un par de ciclistas que deberían haber ido a su altura) así que decido seguir porque me estaba quedando frío y con los amagos de calambres tenía miedo de no volver a arrancar jamás. Por suerte el terreno hasta El Berrueco es bastante favorable, aunque a esas alturas el más mínimo repecho parece un puerto de montaña. Así que con más pena que gloria entro en la meta, sobre las 15h, así que he debido hacer de tiempo total unas 6 horas. El tiempo ciclado 5:38 y el total según la organización 6:14. La verdad es que es un resultado un poco pobre, el año pasado la hice en 5:06 de ciclado y eso que el recorrido en mi opinión era más duro. Aun así, llego el 299 de los 377 que logran acabar la prueba. Este si es un dato importante, de los 600 acabaron completa sobre el 65%, lo que da muestra de la dureza de la sierra norte.
En la meta me encuentro con Jimmy, que debía haber llegado hace un buen rato y después de llamar a mi chica para decir que he entrado de una pieza, esperamos a la llegada de Nacho, que llega literalmente fundido. Queda ya poco que hacer por allí. Coger algo de comer, comentar la jugada con los compañeros y recoger el campamento hasta la próxima.
La verdad es que la marcha me deja un sabor agridulce personalmente. El recorrido es divertidísimo y tiene una mezcla de un poco de todo, con muchos senderos y zonas técnicas. Personalmente acabé bastante entero pero sin embargo, en comparación con el año pasado, he hecho un tiempo bastante malo pese a haber tenido un nivel de esfuerzo igual o incluso superior (el pulso medio es el mismo pero hasta el medio Celemín estaba claramente por encima que el que tuve en 2009). No se que me pasa, que este año mi cuerpo no funciona. Algo comprensible hasta mitad de año, pero después del verano la verdad es que le he dado bastante a la bici y debería funcionar mejor. Así que nada, este será el final de una temporada que como mínimo podré considerar rara.
(nota: las fotos son de la página de los organizadores www.clubmadroño.es)
Madre mía, no me veo capacitada para poder hacer algo así, pero enhorabuena, qué genial, un besito
ResponderEliminarladybeautydiary
jajaja!! No te pasa nada, es que te haces mayor, peque!!.
ResponderEliminar@Tony: si es que no se puede ser como tu, que estás más fuerte que el vinagre jajajaja
ResponderEliminar@RBK: la verdad que tienes razón, los ciclistas nos metemos en algunas movidas que madre mía! Muchísimas gracias por leer y comentar!
Espero poder hacerla un año con los tres hermanos,envidia sana el que la hicieses.Jose(el puro calvo,jeje)
ResponderEliminarJose, en esta te lo ibas a pasar bien, porque tiene pedrolos y trialeras todas las que quieras. Ya verías toda la técnica que ibas a aprender jajajaj
ResponderEliminarSaludos y a ver si un día salimos a dar una vuelta!
Yo soy más de bici con cesta y caminito llano, jeje.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu ofrecimiento, eres un solete.
Tienes un premio en mi blog, pásate cuando quieras a recogerlo. Besitos!!
Lola Bluu.
Mil gracias por el premio! Me ha encantado!!
ResponderEliminarUn besito,
mpc
Pues sí, parece que estamos igual de vagos para escribir. El trabajo que me tiene frito.
ResponderEliminarMe dio mucha pena no veros a tí y a Nacho tras la carrera, pero entre el frío y que me esperaban en casa me tuve que ir.
Veo que el año pasado se te dio mejor que este... aunque quizás haya influido la falta de continuidad, ese es el "quid".
Ya verás como el año que viene entras muuuy por delante.
La verdad es que el año ha sido rarito entre lesiones, operaciones y demás, pero bueno, al verdad es que cuando en abril tenía vendada la pierna desde la ingle hasta el tobillo, no podía ni pensar en hacer algo como la sierre norte este año, así que hay que ser positivo!
ResponderEliminarUn saludo y muchas gracias por los ánimos!
Uy, pues siento la confusión, jeje, así que un saludo Brunaita :)
ResponderEliminarLola Bluu.
jjeje, no pasa nada Lola, todas las visitas son bien recibidas!
ResponderEliminarsi te animas a montar en bici ya sabes donde leer ;-)
Saludos
Ufffff,yo no podria ni hace diez años atras,lo maximo cuatro kilometros y se me hacen eternos.Besos guapisima
ResponderEliminarHola Nuria!!
ResponderEliminarYo tampoco podría hacer ésto, jejeje.. Éste post lo ha escrito mi novio brunaita ;)
Un besito y gracias por comentar!
mpc